El tener acceso a recursos naturales básicos como el agua es uno de los retos que tiene el Gobierno Nacional ahora que el país entra en un escenario de posconflicto, ya que hace parte del compromiso de Colombia con el cumplimiento de la Agenda 2030 y de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El  ODS #6  asegura que para poder garantizar el acceso universal al agua potable, segura y asequible para todos en 2030, es necesario proteger y recuperar los ecosistemas relacionados con este recurso, tal como bosques, montañas, humedales y ríos.

Así lo ratificó Sergio Londoño durante su intervención en el Panel de Alto Nivel sobre el Agua al que fue invitado por el Primer Ministro de Holanda. Este evento hace parte de la Semana Internacional del Agua que se está llevando a cabo en Amsterdam, plataforma que reúne a líderes de gobierno, sector privado, academia y sociedad civil para entre todos explorar una nueva era en donde los ODS sean un símbolo de resiliencia y de transición a economías circulares.

Durante su participación, el director de APC-Colombia explicó que “para que una persona tenga una vida sana y próspera es necesario que puedan acceder a agua fresca y potable, de lo contrario nunca podrá satisfacer sus necesidades básicas, por lo que venimos trabajando fuertemente tanto desde lo nacional como a nivel local, para que todas las personas, sin importar las condiciones en las que vive, pueda disfrutar de agua potable”.

En este punto es importante recalcar que el trabajo del Gobierno Nacional en pro de la calidad ambiental y la conservación del patrimonio natural del país ha puesto a Colombia en un lugar destacado entre la comunidad internacional, donde la meta de tener tener 1.5 millones de hectáreas de ecosistemas estratégicos (páramos, bosques altoandinos, bosques secos) para el 2030 es clave para el  desarrollo del país y la construcción de paz.

Un ejemplo de esta labor está en el Plan Nacional de Desarrollo que estableció delimitar 24 páramos (la fábrica de agua del planeta) con más de 1 millón de hectáreas para que al final de Gobierno se tengan 37 complejos de páramos equivalentes a 3 millones de hectáreas. En paralelo, el Gobierno ha puesto en marcha el Fondo Colombia Sostenible, el cual cuenta con el respaldo de la comunidad internacional para impulsar proyectos que recuperen y protejan los ecosistemas de agua del país.

De igual manera, Londoño explicó que “Colombia es un productor de agua fresca gracias a la diversidad natural que tiene, por lo que es una prioridad del Gobierno mejorar las condiciones de saneamiento a través de programas de asistencia técnica, así como de apoyo financiero que promueva la modernización y el uso responsable del agua, lo cual hemos venido logrando gracias a la incorporación del sector privado en los municipios más pobres del país”.

Una realidad de la que APC-Colombia es consciente, por lo que viene trabajando en una estrategia para articular recursos de cooperantes internacionales con el sector privado nacional e internacional alrededor de proyectos alineados con construcción de paz, desarrollo rural y sostenibilidad ambiental, como el de este caso en particular.

Si algo nos demostraron los líderes de cambio durante su participación en este evento, es que para construir paz y trabajar por el desarrollo del país, no importa la edad, ni el sexo, ni la raza, lo único que se necesitan son ganas y convicción.

Por eso no resulta exagerado decir que estas dos palabras son el común denominador de los 16 colombianos que llegaron desde Meta, Caquetá, Antioquia, Putumayo, Arauca, Córdoba, Bolívar, Chocó y Cauca, con el firme propósito de hablar sobre los proyectos en los que participan, y  de paso, contagiar a más de uno con su energía e ímpetu.

Vale recalcar que cada uno de estos  proyectos está alineado a la Hoja de Ruta de Cooperación Internacional 2015-2018, en temas de construcción de paz, desarrollo rural sostenible y sostenibilidad ambiental. Con esto en mente, el evento estuvo compuesto de tres paneles, donde los líderes de cambio tuvieron la oportunidad de participar de acuerdo a la temática de su programa en cuestión.

Fue así como durante este encuentro que contó con la participación del Ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Luis Gilberto Murillo, del Jefe de Cooperación de la Delegación de la Unión Europea, Francisco García y del Director Ejecutivo de Fondo Acción, José Luis Gómez, los asistentes fueron testigos del poder de transformación de estos 16 colombianos que vienen construyendo país desde sus territorios en pro de sus comunidades y del resto del país.

Durante el panel de construcción de paz, Brayan Hernández de 13 años, quien hace parte del programa Con Paz Aprendemos Más, una estrategia de protección y de educación de calidad para 48.000 niños y jóvenes de Chocó y Putumayo en situación de vulnerabilidad, apoyada por Mercy Corps y Genesis Foundation, demostró que nunca se es muy joven para contribuir al bienestar del país. “Desde que estoy en el programa he aprendido a ser responsable, a tender mi cama, a escuchar a mis amigos, a aceptar mis errores, a conocer mis derechos y ser amable con los demás. Así ayudo a que haya paz en mí y a mi alrededor”. 

Su espontaneidad y honestidad ratificó que el papel de los niños en la construcción de una nueva Colombia, con igualdad de oportunidades para todos, es clave y determinante. Es tan importante, que durante el panel de sostenibilidad ambiental, Marcela Rodríguez, representante legal de Ecochihimenitos, programa que promueve la educación ambiental de los niños del Meta a través de proyectos lúdicos para salvar el río Orotoy, explicó que “lo que buscamos es que los niños sean los héroes que salvan y protegen el medio ambiente, de manera que puedan crecer en un país con ríos limpios y tierras protegidas de explotación ilegal".

Y es que no se puede negar que la sostenibilidad ambiental es otra vía directa a la construcción de paz, ya que implica crear proyectos de participación ciudadana en la que todos trabajen por un bien común. Así lo explicó Yenecith Torres del Modelo de Innovación Social para el Manejo de Residuos Secos en Quibdó apoyado por Compartamos con Colombia, quien aseguró que “reconocer el valor de cada personas ha sido clave a la hora de vincular a los recicladores de Quibdó en los programas de manejo de residuos de sólidos, pues es hacerles sentir que su labor es vital para el proceso, y que sin su conocimiento y experiencia, sería imposible lograr un Chocó más limpio”. 

En otras palabras, si queremos que haya paz es indispensable trabajar de manera articulada. Incluir al campesino y a los grupos étnicos en la toma de decisiones y en la valoración de los proyectos que se implementen en territorios. Así lo expresó Reynaldo Rojas, Coordinador de la Fundación Etnollano Resguardo de Caño Ovejas en Mapiripán, Meta, quien con apoyo de Reconciliación Colombia, ha venido trabajando en programas de participación de los grupos étnicos en la región de manera que tengan voz y voto en los procesos de construcción de paz en el país, especialmente en lo relacionado a la protección de sus tierras y el uso de las mismas.

Es precisamente el compromiso de estos líderes de cambio, lo que los convierte en los mejores aliados de la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, APC-Colombia, para llevar la cooperación internacional a las regiones. Como guía de la cooperación internacional en el país, lo que se hace desde la Agencia es conectarlos con la comunidad internacional, de manera que sus políticas y programas se ajusten cada vez más a las necesidades de los territorios y generen soluciones reales de desarrollo.

Por esta razón, además de visibilizar su labor como participantes en los paneles, APC-Colombia organizó una feria al final del evento, donde cada uno tuvo un stand en el que pudo contar en sus propias palabras su proyecto, e intercambiar experiencias y conocimiento con los asistentes. Un espacio dedicado a ellos, ya que ellos son la cara de la cooperación internacional. Tal como lo manifestó Alejandro Gamboa, Director General de APC-Colombia, durante el cierre del evento, “el propósito de este encuentro era visibilizar a los líderes de cambio que por años han venido siendo constructores de una paz colectiva que está ayudando a  transformar la realidad del país". Una muestra de que si juntos cooperamos, lograremos una paz estable y duradera, un campo con oportunidades para todos y un ecosistema sostenible, que nos permita a todos vivir en una Colombia nueva e incluyente.

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Los cultivos de raíces y tubérculos, como la yuca, el ñame y la batata, ocupan un lugar importante entre los principales cultivos producidos en Colombia, especialmente en la región de la Costa Atlántica. Estos tres cultivos se pueden producir de manera fácil, toleran condiciones marginales de suelos y tienen un gran potencial de producir calorías abundantes lo que los convierte en una importante fuente de energía barata. Poseen además un buen contenido de vitaminas y minerales esenciales. Estos tres cultivos son generalmente producidos, procesados, consumidos y comercializados a nivel de pequeñas comunidades rurales. En los últimos años, ya han empezado a establecerse en Colombia algunos proyectos agro-industriales para mercados de exportación, basados en estos tres cultivos.

Con este panorama, se llevó a cabo el curso sobre sistemas modernos de producción de yuca, ñame y batata en el Carmen de Bolívar y en Montería, el cual hace parte de la  consolidación y ampliación de la alianza entre la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional de Colombia, APC-Colombia y la Corporación Clayuca, para poder ampliar la cooperación con la región Caribe el cual les permitió a los asistentes fortalecer, revitalizar y mejorar la competitividad del sector agrícola.

Esta actividad liderada por ambas entidades en colaboración con COOPEYUCA y CORPOICA buscó facilitar el intercambio de conocimiento para que los participantes cuenten con herramientas técnicas para implementar planes de innovación en el desarrollo de sus actividades.

Fue así como grupos de productores de yuca, ñame y batata en los departamentos de Sucre y Córdoba y  grupos de técnicos que trabajan en actividades de asistencia técnica para estos cultivos, así como conferencistas, técnicos del Instituto de Investigaciones de Viandas Tropicales (INIVIT) de Cuba y del Instituto Dominicano de Investigaciones Agropecuarias y Forestales (IDIAF) de República Dominicana participaron  de las cinco fases que componían el taller con el fin de que intercambiaran conocimiento en tecnologías modernas de producción, que pueden optimizar productividad y calidad de estos productos.

Para el Director General de APC-Colombia, Alejandro Gamboa, es importante apoyar ejercicios de Cooperación Sur-Sur que contribuyan al fortalecimiento de las capacidades de nuestros países socios y ampliar los lazos de amistad con los países de esta región. De igual manera es una oportunidad para  presentar iniciativas que busquen la inclusión productiva de los pequeños productores, la puesta en marcha de una política integral de tierras, la modernización del catastro rural y el fortalecimiento de las actividades económicas del campo en favor de sus habitantes.

Sin embargo, existen aún brechas tecnológicas que hacen necesario la implementación de acciones de transferencia de tecnología para ayudar a los grupos de agricultores a mejorar la eficiencia de sus sistemas productivos, incrementar producción y áreas sembradas, desarrollar nuevos productos alimenticios, introducir tecnologías mejoradas de producción, procesamiento y comercialización y desarrollar nuevos sistemas de comercialización y mercadeo.

APC-Colombia sigue comprometida con que lo anterior sea una realidad al ser un tema que se encuentra alineado  con la Hoja de Ruta de Cooperación Internacional 2015-2018 en lo relacionado a desarrollo rural sostenible y sostenibilidad ambiental.