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MinAgricultura presenta diagnóstico de la situación de la mujer rural

MinAgricultura presenta diagnóstico de la situación de la mujer rural

Disminuir las brechas económicas y sociales, impulsar el acceso a empleo remunerado y mejorar capacidades productivas, apuestas claves en la política para la mujer rural.


Reconocer el papel de la mujer como protagonista estratégica del campo será la prioridad de este Ministerio, a partir de la consolidación de una política pública diferenciada que promueva la equidad y la inclusión social y productiva de la mujer rural. Así lo dio a conocer el Ministro de Agricultura y Desarrollo Rural, Rodolfo Zea, durante la presentación del estudio de condiciones demográficas, sociales y económicas de las mujeres rurales del país realizado por la cartera agropecuaria y contó con el apoyo de la Unión Europea y la FAO.

El ministro Rodolfo Zea Navarro presentó el estudio realizado entre los años 2010 y 2018 junto a la vicepresidenta de la República, Marta Lucia Ramírez; la embajadora de la Unión Europea, Patricia Llombart y los representantes en Colombia de la FAO, Alan Bojanic y del PNUD, Jessica Faieta. Al respecto el Ministro indicó que: “ahora contamos con una línea base para avanzar en acciones y mecanismos de desarrollo para la mujer rural, que además nos permite evidenciar el rol y su contribución al sector agropecuario y la ruralidad, identificar problemas o cuellos de botella que impiden acabar con las brechas sociales y procurar la inclusión y empoderamiento de esta población en la economía”.

Así mismo, explicó que esta información representa un insumo fundamental con el que el actual Gobierno está diseñando estrategias e instrumentos de apoyo para las mujeres, que trabajan y viven en las zonas rurales del país. 

Algunos de los principales resultados revelan que las mujeres suman aproximadamente 5,1 millones de personas y representan el 47,2% de la población que habita en las zonas rurales del país. El porcentaje de hogares rurales con jefatura femenina aumentó de 19,9% en 2010 a 23,9% en 2018.

El 81,8% de las mujeres rurales dedica su tiempo al suministro de alimentos para el hogar o para la mano de obra en el campo. Sin embargo, a pesar de la desigual en la  distribución de cargas, el 70% de hombres y mujeres consideran que están haciendo lo que les corresponde.

En el caso de los hogares integrados por jefe, cónyuge e hijos (especialmente menores de 5 años) u otros familiares o dependientes, la participación laboral de las mujeres es menor (puede bajar hasta el 35%). 

Las mujeres rurales son quienes destinan la mayor cantidad de tiempo a actividades asociadas al cuidado (8 horas diarias frente a 3 horas diarias de los hombres) y las que más participan en el desempeño de estas actividades (93% de las mujeres frente al 61% de los hombres), lo cual disminuye el tiempo disponible para participar en el mercado laboral.

Si bien aún existe una alta desigualdad, este estudio es fundamental para acelerar la formulación y ejecución de políticas que pongan la equidad de género en el centro del desarrollo del campo. La mujer tiene un papel preponderante en el desarrollo de la ruralidad y por eso queremos buscar una reivindicación, porque son ellas las que nos van a llevar a lograr la seguridad alimentaria y fortalecer la cadena de abastecimiento”, señaló el ministro Zea, añadiendo que gracias a este diagnóstico el Gobierno está enfocado en fortalecer la generación de ingresos de las mujeres rurales, fomentar el acceso a los activos productivos y mejorar las condiciones de vida de la población femenina, en especial de aquellas en condición de pobreza extrema.

Para ello en 2019, con el liderazgo de la vicepresidenta Marta Lucia Ramírez se firmó el Pacto para romper las brechas de pobreza y exclusión social de más de 5 millones de mujeres del campo colombiano. Así mismo, el Ministerio de Agricultura prioriza la participación de la mujer rural en programas como Alianzas Productivas, Oportunidades Pacíficas o el Campo Emprende, entre otros.

El diagnóstico que puede ser consultado en la web de Ministerio www.minagricultura.gov.co


Algunos datos que arrojó el estudio sobre la situación de la mujer rural (2010 – 2018)

Situación de la pobreza en la población femenina:

  • El 40,4% de los hogares rurales con jefatura femenina son pobres por privaciones en sus condiciones de vida (pobreza multidimensional), frente al 33,6% de los hogares rurales con jefatura masculina y el 12,4% de los hogares urbanos con jefatura femenina.
  • El 40,5% de las personas en hogares rurales con jefatura femenina están en condición de pobreza monetaria, frente al 34,7% de las personas en hogares rurales con jefatura masculina y el 27,6% en hogares urbanos con jefatura femenina.
  • El 19,8% de las personas en hogares rurales con jefatura femenina están en condición de pobreza monetaria extrema, frente al 14,0% de las personas en hogares rurales con jefatura masculina y el 6,6% en hogares urbanos con jefatura femenina.

Educación:

  • Significativa disminución entre 2010 y 2018 en la tasa de analfabetismo en las mujeres rurales, de 14,0% a 10,6%, la cual es incluso menor a la observada para los hombres rurales (de 14,7% a 12,1%).
  • En las zonas rurales la asistencia escolar de personas entre 5 y 17 años es cercana al 90%. Sin embargo, menos de la quinta parte de la población joven (hombres y mujeres entre 18 y 24 años) asiste a un centro de educación formal.
  • En promedio, las mujeres rurales tienen más años de escolaridad que los hombres rurales: 5,4 años vs 4,9 años.

 Empleo:

  • Solo el 40,7% de las mujeres rurales participan en el mercado laboral frente al 76,1% de los hombres rurales y el 57,2% de las mujeres urbanas. ▪ Las mujeres rurales enfrentan una mayor tasa de desempleo (8,9%) en comparación con los hombres (3,0%).
  • El 40,7% de las mujeres rurales se dedican a actividades agropecuarias mientras que el 56,6% se dedican a servicios financieros y sociales o la industria manufacturera, entre otros. 
  • El ingreso laboral mensual promedio de las mujeres rurales que laboran en actividades agropecuarias fue de $339.227 (pesos corrientes de 2018), mientras que el promedio en actividades no agropecuarias fue de $480.495.
  • Por su parte, el ingreso laboral mensual promedio de los hombres rurales que laboran en actividades agropecuarias fue de $576.571, mientras que el promedio en actividades no agropecuarias fue de $856.393.  La agricultura es la rama que más población de la tercera edad emplea: el 48% de las mujeres y el 82% de los hombres mayores de 60 años.

Protección social:

  • La tasa de informalidad laboral en la zona rural es 82,4%. El 14,7% de la población rural cotiza al sistema pensional, en comparación con el 44,2% en la zona urbana. El 15,7% de los hombres rurales cotiza al sistema pensional, frente al 12,0% de las mujeres rurales.

 Violencia de género:

  • Entre 2015 y 2018, el número de casos de violencia intrafamiliar en contra de las mujeres a nivel nacional aumentó 3% y en zonas rurales 41%.

Las mujeres en el sector agropecuario

  • En el país hay 1,9 millones de unidades de producción agropecuarias (UPA) de personas naturales en el área rural dispersa. Los hombres toman las decisiones de producción en el 61,4% de ellas, en comparación con un 38,6% donde las decisiones se toman ya sea únicamente por las mujeres o en conjunto entre hombres y mujeres. ▪ El 79% de las UPA de mujeres productoras tienen menos de 5 hectáreas frente al 67% de las UPA de hombres productores.
  • Solo el 7,3% de las mujeres productoras han recibido asistencia técnica frente al 10,3% de los hombres. ▪ Solo el 8,4% de las mujeres productoras han solicitado un crédito, frente al 11,5% de hombres. ▪ Entre 2010 y 2018 la brecha en la asignación final del monto crediticio promedio entre hombres y mujeres aumentó: mientras que en 2010 el monto promedio otorgado a mujeres era el 76,5% del monto a hombres, en 2018 ese porcentaje disminuyó a 69,5%.

 

Modificado el Jue, 11/06/2020 - 12:44