Los municipios de Cundinamarca para este proyecto son: Sub Cuenca del rio Apulo municipio de Anolaima y cobertura a municipios vecinos.
Anolaima capital frutera de Colombia está ubicada en el costado occidental del escarpe que delimita la sabana de Bogotá, en el sector Salto del Tequendama – Cerro de Manjui localizado en jurisdicción de los municipios de Albán, Anolaima, Zipacón, Cachipay, Facatativá, Bojacá, San Antonio del Tequendama, Tena y Soacha, sector que fue declarado mediante acuerdo CAR No. 043 de 1999, Distrito de manejo integrado de los recursos naturales (DMI). El área tiene una extensión total de 10.444 hectáreas, distribuidas entre los ecosistemas de bosque seco Montano Bajo, bosque húmedo Montano Bajo, bosque muy húmedo Montano Bajo y bosque muy húmedo pre montano.
El Distrito de Manejo Integrado (DMI) es un espacio de la biosfera que por razón de factores ambientales o socioeconómicos, se delimita para que conforme a los criterios de desarrollo sostenible se ordene, planifique y regule el uso y manejo de los recursos naturales renovables y las actividades económicas que allí se desarrollen.
La relevancia del distrito de manejo integral (DMI) radica en que en el cerro de manjuí solo se pueden realizar actividades encaminadas a la recuperación y preservación del ecosistema, tales como programas de reforestación, restauración ecológica y compra de predios para el desarrollo de estas actividades.
El DMI sector Salto del Tequendama – Cerro Manjuí, localizado entre los 2.300 y 3.200 msnm en jurisdicción de los municipios de Albán, Cachipay, Zipacón, Anolaima, Bojacá, Soahca, San Antonio del Tequendama, Tena y Facatativá, en importante por que allí nacen cerca de 21 microcuencas que surten de agua a estas poblaciones y 12 municipiso más del valle del río Magdalena, entre las cuales se encuentran los ríos Apulo, Síquima, Dulce y Botello, las quebradas Honda y Gualauta y varios de los afluentes directos del río Bogotá en el municipio de Soacha.
La franja correspondiente al escarpe se caracteriza por sus grandes acantilados y su permanente bosque de niebla, que la convierte en un espacio geográfico estratégico para la producción de agua de la región del Tequendama, constituyéndose en la fuente abastecedora de los municipios de Zipacón, Anolaima, Cachipay, La Mesa, Anapoima y Apulo, (cerca de 150.000 habitantes).
De sus bosques proviene una tupida red hídrica, cerca de 214 kilómetros de causes corresponden a los ríos Bahamón y Curí que hacen parte de la subcuenca del río Apulo afluente del río Bogotá con una extensión de 48.505 hectáreas (8.2% del área total de la cuenca del río Bogotá). La cual se extiende a través de los municipios de Zipacón, Anolaima, Cachipay, La Mesa, Anapoima y Apulo.
La subcuenca del río Apulo se caracteriza en su mayoría por presentar un relieve fuertemente ondulado a fuertemente quebrado con pendientes entre el 12% y el 50%. Esta subcuenca es una de las de mayor precipitación en la cuenca del río Bogotá, con una medida anual comprendida entre 400 y 1.400mm, concentrándose las mayores precipitaciones en la región nororiental de la subcuenca en la zona de Zipacón y Anolaima. La temperatura oscila entre los 6° y los 30°C, presentándose en la mayor parte de su área una temperatura entre los 20° y los 30°C.
Con relación a la oferta hídrica la subcuenca del río Apulo presenta una ofertas hídrica comprendida entre los 6.7 y los 7.92 m3/seg., en los períodos seco y húmedo respectivamente. Con relación a la demanda hídrica, los estudios de la CAR reportan demanda total de 2.42 m3/seg., concentrada principalmente en el sector agropecuario (88.4%). El índice de escasez reporta como medio alto.
Según los rangos de escasez, establecidos en la clasificación del IDEAM, para esta subcuenca tanto en periodos húmedos como en periodos secos, se presenta escasez media alta.
La degradación de los ecosistemas de bosques, el avance de la frontera agrícola, la desaparición de flora y fauna y la disminución de servicios ecosistémicos ofrecidos por la naturaleza en el sector de Cundinamarca, conllevan a articular las políticas públicas con acciones de planeación integral transversal en la subcuenca del río Apulo.
Se ha pasado de una vegetación natural al establecimiento de sistemas de producción donde los suelos buena parte del año permanecen desnudos especialmente cuando se usan en agricultura o ganaderia semiintensiva. A lo anterior se asocian los microclimas puntuales en ciertas areas de la microcuenca, que asociados a la fragilidad de los suelos los hace altamente vulnerables a los procesos de degradación y específicamente a la erosión.
Un estudio de investigación de la Universidad del Bosque “Calidad Biológica de las Aguas superficiales de la Subcuenca del Río Apulo” publicado en noviembre de 2013, en sus conclusiones dice lo siguiente:
“Como muestran los resultados, la calidad de las aguas de los tres ríos permite decir que, en ninguno de los puntos estudiados, sus aguas pueden ser consideradas aptas para el consumo humano, sin un proceso de purificación y desinfección primario. La concentración de bacterias coliformes fecales, en la parte baja de los ríos, sobrepasa ampliamente los límites permitidos para el consumo humano, e incluso para cualquier interacción directa con el agua, por el alto riesgo de contraer enfermedades infecciosas. También, con base en estos resultados, se puede considerar riesgoso para la salud cualquier actividad recreativa en todas las estaciones estudiadas, por la posible ingestión accidental de estas aguas”.
