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México

A la izquierda un paisaje de México, abajo a la izquierda el nombre del país, a la derecha fondo color rosa y el mapa de América Latina y el Caribe de color blanco
La República de Ghana es uno de los 54 estados soberanos que conforman el continente africano. Se encuentra ubicado en la región de África occidental, en la costa del océano Atlántico, en la zona del golfo de Benín

Un primer acercamiento

Los Estados Unidos Mexicanos son una República representativa y democrática, compuesta por 31 estados libres y la Ciudad de México, unidos por un pacto federal. El país es el decimocuarto más grande del mundo y la segunda economía más grande de América Latina. México posee una vasta riqueza histórica, cultural y natural, siendo reconocido por lugares emblemáticos como las ruinas de las antiguas ciudades de las civilizaciones prehispánicas, muchas de las cuales han sido declaradas Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, así como por tradiciones como el Día de los Muertos, una festividad mexicana emblemática.

Cooperación internacional entre Colombia y México.   

En el ámbito de la cooperación internacional, las entidades clave involucradas son, por parte de México, la Agencia Mexicana de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AMEXCID), que forma parte de la Secretaría de Relaciones Exteriores de México. AMEXCID tiene la responsabilidad de programar, promover, ejecutar y evaluar las acciones y programas de cooperación internacional de México, ya sea como país ofrecente o como receptor de cooperación. Esta agencia, a su vez, integra el Sistema Mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo, el cual, conforme a la Ley de Cooperación Internacional para el Desarrollo (LCID), aprobada en 2011, se constituye como el pilar jurídico de la política mexicana en la materia y establece la arquitectura institucional para la coordinación de los recursos destinados a las acciones de cooperación.

Por otro lado, en Colombia, las entidades delegadas en el ámbito de cooperación internacional son el Ministerio de Relaciones Exteriores y la Agencia Presidencial de Cooperación Internacional (APC-Colombia).

Dentro del Sistema Mexicano de Cooperación Internacional para el Desarrollo, también forman parte el Programa de Cooperación Internacional para el Desarrollo (PROCID), que establece las bases para la planeación y ejecución de las acciones de cooperación; el Registro Nacional (RENCID), que alimenta el Sistema de Información de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SICID); y el Fondo Nacional de Cooperación Internacional para el Desarrollo (FONCID), que constituye el pilar financiero para las iniciativas de cooperación.

La cooperación entre México y Colombia ha mostrado un claro avance en la modalidad de cooperación Sur-Sur, centrada por parte del gobierno mexicano en áreas clave como salud, medio ambiente, educación, infraestructura, agricultura, y ciencia y tecnología. A continuación, se presentan algunos ejemplos recientes de colaboración:

  • Comisión Mixta Cultural (2021-2023): este proyecto se centró en el sistema de Información Cultural de Jamundí, Valle del Cauca, y en la generación y transferencia de capacidades y buenas prácticas para el fortalecimiento del Observatorio de Industrias Culturales y Creativas de Ibagué.
  • Comisión Mixta Cultural (2021-2023): otro proyecto cultural se enfocó en el intercambio de experiencias y capacidades para fortalecer institucionalmente los archivos nacionales de Bogotá y Guadalajara, especialmente en lo relacionado con sus casas de cultura y centros culturales municipales, a través de la transferencia de conocimientos.
  • Comisión Científica (2021-2023): en este marco, se realizó una cooperación entre Guanajuato y Barranquilla para fortalecer el turismo y la recuperación de suelos degradados mediante la biotecnología. Además, se promovió el intercambio de conocimientos en investigación del genoma humano y tecnologías satelitales entre el IGAC (Instituto Geográfico Agustín Codazzi) de Colombia y el INEGI (Instituto Nacional de Estadística y Geografía) de México.
  • Programa de Cooperación 2021-2023: este programa incluyó ocho proyectos enfocados en la reactivación económica, alineados con los objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Los proyectos abarcan sectores como el turismo, el agropecuario, el medio ambiente, la salud, la ciencia y la tecnología, con la participación de actores nacionales, territoriales y académicos. Este programa cerró con un 97% de ejecución, destacándose el proyecto de fortalecimiento de la acuicultura y el fomento del turismo biocultural en el Estado de Campeche, México, y la Gobernación del Huila, Colombia.
  • Comisión Mixta de Cooperación Científica y Técnica: esta comisión se reúne cada dos años, de manera alternada en México y Colombia. En la X Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnica y Científica de 2024, se convocaron propuestas para intercambiar conocimiento, tecnología, métodos y metodologías con el objetivo final de desarrollar las comunidades y fortalecer las capacidades de las entidades en Colombia a través de productos tangibles.
  • Cooperación en Movilidad Laboral y Formación para el Trabajo: el 2 de febrero de 2024, la ministra del Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez Ríos y su homólogo mexicano, Marath Baruch Bolaños López, formalizaron la cooperación en movilidad laboral y formación para el trabajo. Este acuerdo se centró en la formalización y el desarrollo sostenible de la fuerza laboral, abordando especialmente los desafíos laborales relacionados con las plataformas tecnológicas. La reunión tuvo lugar durante la conferencia de la Red Iberoamericana de Fomento a la Economía Social y Solidaria en México.

En la reunión de la Comisión Mixta realizada el 5 de julio de 2024, ambos gobiernos acordaron seguir impulsando la Cooperación Sur-Sur a través del programa bilateral de cooperación 2024-2026, mediante iniciativas basadas en la horizontalidad, la promoción del desarrollo, la planificación efectiva, la ejecución de proyectos integrales y la coordinación interinstitucional.

Es importante destacar que el 5 de julio de 2024 se llevó a cabo la XI Reunión de la Comisión Mixta de Cooperación Técnica y Científica entre México y Colombia en Bogotá, en el marco del convenio de cooperación suscrito en 1979. Durante esta reunión, se aprobaron cuatro proyectos clasificados en tres modalidades: demanda, doble vía y oferta, que abordan áreas como el sector agropecuario, el fortalecimiento institucional, el turismo y la salud. Además, estos proyectos están alineados con los objetivos de descarbonización, transición energética, ordenamiento territorial y fortalecimiento del sistema nacional de cooperación internacional. A fecha del 31 de octubre, en el último informe bilateral del año, los cuatro proyectos aprobados se encuentran en etapa de planificación para iniciar su ejecución. En ellos participan las siguientes entidades nacionales: la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria - AGROSAVIA, el Instituto Nacional de Salud - Microbiología - DISP, el Ministerio de Vivienda, Ciudad y Territorio, y la Gobernación del Huila.

Por otro lado, el 25 de septiembre de 2024 se llevó a cabo la XI Reunión de la Comisión Mixta en Asuntos Culturales y Educativos entre México y Colombia (2024-2026), en el marco del Convenio de Intercambio Cultural y Educativo firmado en 1979. Esta reunión, realizada en formato híbrido en Bogotá, aprobó cinco proyectos clasificados según la vía de cooperación: tres de demanda, uno de doble vía y uno de oferta. Estos proyectos se enfocan en temas de paz, seguridad, cultura, fortalecimiento institucional y políticas públicas. Además, impactan áreas clave como la implementación del Acuerdo de Paz, la gestión de cooperación en zonas rurales y urbanas, la inclusión social, la acción climática y la confianza ciudadana. Los proyectos están pendientes de ejecución, a la espera de la comunicación formal del acta de la Comisión Mixta. En estos proyectos participarán, por parte de Colombia, las siguientes entidades: la Agencia para la Reincorporación y Normalización (ARN), el Ministerio de Cultura, las Artes y los Saberes, la Universidad del Quindío, y el Archivo General de la Nación de Colombia.




Capital: Ciudad de México

Superficie: 1,964,375 km²

Límites: México limita al norte con Estados Unidos, al sur con Guatemala y Belice. Sus costas limitan con el océano Pacifico, el golfo de México y el mar Caribe.

Población:  En el año 2022 tenía 127.504.125 personas (Banco Mundial, 2022)1

Información demográfica: Las ciudades más pobladas de México son la Ciudad de México y Tijuana; asimismo, las tres ciudades más grandes son: Yakarta, Surabaya y Medan.

Además, el país es reconocido por su diversidad cultural desde 1992 y cuenta con 62 pueblos indígenas, organizados en 364 variantes lingüísticas, 68 agrupaciones, 11 familias lingüísticas y diversos dialectos. De acuerdo con el INEGI, aproximadamente el 21.5% de la población se reconoce como parte de una comunidad indígena, y el 10.1% de los habitantes vive en hogares indígenas.

Idioma: el idioma oficial es el español, aunque México también cuenta con 67 lenguas indígenas, distribuidas en diferentes familias lingüísticas, como la algica, yuto-nahua, cochimí-yumana, seri, oto-mangue, maya, totonaco-tephua, tarasca, mixe-zoque, chontal de Oaxaca y huave.2.

Moneda: peso mexicano dividido en 100 centavos.

Religión: En el país la religión más practicada es el catolicismo. Sin embargo, la cantidad de personas que profesan la religión católica ha disminuido con los años, pasando en 2019 del 89 % al 77% de la población en 2020 (INEGI, 2020)3


Los primeros habitantes de Centroamérica fueron los pueblos indígenas, quienes, a lo largo de los siglos, poblaron la región, transitando de la caza a la agricultura y dando origen, con el tiempo, a grandes civilizaciones. Entre las primeras culturas destacadas se encuentra la olmeca, cuyo desarrollo se dio principalmente en la costa del Golfo de México. Otra de las sociedades más avanzadas y organizadas de la época fue Teotihuacán, una ciudad que se transformó en una metrópoli floreciente entre los siglos IV y VII d.C. Durante este periodo, se erigieron monumentales estructuras, como la Pirámide del Sol y el Templo de la Serpiente Bicéfala, las cuales son un claro reflejo del notable avance arquitectónico de la época.

Otras civilizaciones importantes en la región fueron los mayas, reconocidos por su avanzado sistema de escritura, así como por sus profundos conocimientos astronómicos y matemáticos, los cuales les permitieron desarrollar el calendario y construir canales y puertos de intercambio comercial, como Tulum. También, se destacaron los zapotecas, famosos por sus textiles y sus avances en la escritura; los toltecas, que dominaron lo que hoy es San Luis Potosí; los mixtecos, cuya región abarcaba lo que actualmente comprenden Oaxaca, Guerrero, Puebla y Chiapas; y, finalmente, los mexicas o aztecas, conocidos por su largo peregrinaje hasta el Valle de México, donde fundaron Tenochtitlan, un asentamiento que se convertiría en la capital del imperio mexica.

Con el aumento de su poder militar, Tenochtitlan se consolidó como la capital de un imperio: un formidable Estado multiétnico que dominaría gran parte de Mesoamérica. Así, la ciudad comenzó a recibir tributos y sacrificios de las comunidades conquistadas por los mexicas, los cuales alimentaban a cientos de personas y se ofrecían a los dioses. Las civilizaciones clásicas se caracterizaban por su estructura jerárquica, la distinción de clases, sus complejas obras arquitectónicas y sus amplios conocimientos en astrología, matemáticas y comercio, los cuales ejercieron una profunda influencia en la cultura actual de México. No obstante, debido a las constantes luchas internas y, sobre todo, a la llegada de los colonizadores europeos el 12 de octubre de 1492, comenzó su decadencia.

Los españoles, encargados de la colonización del territorio, aprovecharon el conflicto entre los pueblos y, especialmente, el descontento de las comunidades sometidas por los aztecas. Esta situación facilitó enormemente el avance de los conquistadores hacia Tenochtitlan, una ciudad que, por su organización, magnitud, riqueza y arquitectura, sorprendió a los colonizadores, con una belleza comparable e incluso superior a la de las ciudades europeas de la época.

La estancia de los españoles se prolongó durante un largo periodo de manera pacífica, con la aprobación de Moctezuma, líder de los aztecas. Sin embargo, su decisión de imponer el cristianismo entre los indígenas generó un profundo descontento, lo que dio inicio a un conflicto de gran magnitud entre ambos ejércitos. A pesar de la evidente desventaja numérica de los españoles, la corona logró la victoria debido a factores como la viruela; enfermedad que diezmó a las tropas indígenas, y al deseo de los pueblos sometidos por los mexicas de liberarse de su dominio, lo que desencadenó una sublevación que facilitó la caída de Tenochtitlan.

Es así, como la colonización, a manos de españoles y portugueses, avanza y llega a otros territorios de América del Sur, proceso que sería ampliamente determinado por una conquista espiritual o evangelización, con la conversión de los pueblos nativos al cristianismo. Sin embargo, una vez establecido el orden colonial, los movimientos de revelación no desaparecieron, ejemplo de ello es el Gran Motín de 1692, en que participaron indios, mestizos, mulatos y criollos de bajos recursos. Tales sucesos, marcarían el camino de la lucha por la independencia, cuando la crisis interna de España hacia finales del s. XVIII, permite a las colonias considerar separarse del Reinado español.

En 1810, se forma una conspiración en Querétaro, liderada por criollos ilustrados como Ignacio Allende, Juan Aldama y Mariano Abasolo, y a pesar de ser descubiertos, decidieron dar inicio a la lucha de independencia, incluyendo esta vez, a las masas populares y haciendo de la imagen de la Virgen de Guadalupe el símbolo de la insurgencia. A pesar, de la muerte de sus lideres el movimiento no terminó, por el contrario, tomo más fuerza, esta vez encabezado por el cura José María Morelos. En 1812, el movimiento logro dominar gran parte del centro y del sur de México, promoviendo la creación de instituciones como el Congreso, una asamblea que en 1813 proclamaría la independencia.

El triunfo del movimiento se vería opacado, cuando en un intento por tomar Valladolid es derrotado por las fuerzas gubernamentales de la corona española, disolviendo el congreso y ejecutando a Morelos. El movimiento independentista disminuyó en gran medida, pero nunca termino, pues al mando de Vidente Guerrero había grupos que seguían combatiendo, lo que daría lugar al Grito de Dolores. En 1821, el Ejercito Trigarante, entro a ciudad de México, firmando el Acta de independencia y constituyendo legalmente la nueva nación. Los primeros reconocimientos internacionales como Estado independiente fueron de países como Chile, Colombia y Perú, que habían atravesado igualmente procesos de independencia, luego en 1823 fue reconocido por EE. UU, y en 1825 por Inglaterra, la potencia económica del momento.

Los primeros 30 años de México como Estado independiente estuvieron marcados por diversos problemas económicos y sociales que derivaron en guerras civiles internas. Después de todo, lograr acuerdos tras años de colonización representaba un reto significativo. Internacionalmente, a pesar de haber obtenido el reconocimiento de varios países, una de las relaciones más difíciles fue con Francia, cuya disputa culminó en la Guerra de los Pasteles. En este conflicto, México terminó pagando 600,000 pesos como indemnización por los daños sufridos por sus súbditos en medio de los movimientos independentistas. Por otro lado, las relaciones con España no se estabilizaron hasta la muerte del rey Fernando VII, firmándose en 1836 un acuerdo de paz, mismo año en que el Vaticano establecería relaciones diplomáticas con México.

Con el tiempo, el país se vio dividido entre dos concepciones de Estado. Por un lado, estaba el partido conservador, que abogaba por un régimen centralizado, similar al de la época colonial, con un gobierno encabezado por un monarca europeo o un presidente con amplios poderes. Por otro lado, el partido liberal, que impulsaba una forma de gobierno basada en la voluntad de los ciudadanos, en un sistema de República Federal, tomando como ejemplo a Estados Unidos. La división política no fue el único problema, ya que la falta de recursos e ingresos propios llevó a que el país adquiriera deudas internacionales, comenzando con Inglaterra en 1824.

El primer gobierno fue liderado por la Junta Provisional Gubernativa, que en 1822 integró un Congreso Nacional como titular de la soberanía. Este Congreso ratificó al catolicismo como la religión oficial del país y estableció la separación de poderes en los ámbitos Legislativo, Ejecutivo y Judicial. Más tarde, el militar Agustín de Iturbide encabezó un motín que obligó al Congreso a coronarlo emperador en 1822 bajo el nombre de Agustín I, lo que le otorgó el poder para disolver el Congreso. Sin embargo, un movimiento revolucionario obligó a Iturbide a renunciar, y una vez restablecido el Congreso, fue condenado a muerte. Esta situación dejó claro que la idea de un monarca no sería aceptada, lo que llevó a la instauración de la primera República Federal (1824-1835) y a la promulgación de su primera constitución.

El primer presidente de México fue Guadalupe Victoria, quien gobernó el país durante los cuatro años establecidos por la Constitución. Durante su mandato, todos los españoles fueron expulsados, lo que, indirectamente, generó escasez de capital en el país. En la siguiente elección presidencial, el ganador fue Guadalupe Victoria, pero debido a denuncias de fraude electoral, el Congreso nombró presidente a su contendiente, Vicente Guerrero. El gobierno de Guerrero duró menos de un año, y a partir de ese momento, las interrupciones de los mandatos por sublevaciones y golpes militares se hicieron cada vez más comunes.

El conflicto interno aumentó cuando, en el gobierno de 1833, se implementaron diversas reformas relacionadas con la religión, con el intento de separar aún más al Estado de la Iglesia. Aunque para algunos estas medidas eran modernas, especialmente en lo que respecta a la educación, que quedaría fuera del control del clero, para otros fueron vistas como un ataque al catolicismo. Esto dio lugar a sublevaciones con el lema "Religión y fueros", a favor de la Iglesia y del ejército. Con el regreso de Antonio López de Santa Anna al poder, se estableció un nuevo Congreso y se modificó la Constitución, dando origen a la Carta Magna de 1835 y a una República conservadora y centralista (1835-1846).

Durante este periodo, ocurrieron hechos importantes como la Guerra de Texas, que formalizó la independencia de la República de Texas del gobierno mexicano. El territorio estaba mayormente habitado por emigrantes anglosajones llevados por Stephen Austin, quien había intentado comprar el territorio de Texas por cinco millones de dólares. El triunfo de Texas se consolidó con la firma del Tratado de Velasco el 14 de mayo de 1836, obligando al general Santa Anna a reconocer las peticiones texanas. Más tarde, el gobierno mexicano intentó recuperar la provincia, lo que llevó a que Texas se uniera a los Estados Unidos en 1845 y, en consecuencia, a que Estados Unidos intentara comprar los territorios de Alta California y Nuevo México.

La inestabilidad del gobierno se hizo más evidente, y en 1846 se restauró la Constitución de 1824, dando paso a la segunda República Federal. Sin embargo, esta Constitución solo tendría vigencia hasta 1853. Algunos de los principales problemas de este periodo fueron la guerra con Estados Unidos en 1846, cuando EE. UU. invadió el territorio mexicano, lo que llevó a la firma del Tratado de Guadalupe Hidalgo en 1848. La derrota de México resultó en la pérdida de territorios que hoy corresponden a los estados de California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas, Colorado, Arizona y partes de Wyoming, Kansas y Oklahoma. La principal causa de la derrota fue la situación interna, afectada por las rivalidades entre jefes militares y las diferencias del gobierno con la Iglesia.

Debido a todo esto, los conflictos no cesaron, y en 1847 estalló la Guerra de Castas, una rebelión de los mayas. Más tarde, ocurrió la rebelión en la Sierra Gorda, por el despojo de los pueblos indígenas a zonas más pobres. Sin embargo, no fueron los únicos movimientos indígenas; también hubo manifestaciones en otras regiones como Oaxaca y Chiapas. Esta situación dio origen a las milicias contra los indígenas y al aumento de la represión.

En 1853, se dio la rebelión del "Plan del Hospicio", que impuso un Congreso extraordinario y llevó a la reelección de Santa Anna como presidente. Su nuevo gobierno se caracterizó por una política dictatorial de represión, con una policía secreta, control de la prensa y presión a la oposición liberal. Sin embargo, en 1854, la rebelión liberal del Plan Ayutla obligó a Santa Anna a abandonar el cargo. Ignacio Comonfort y Benito Juárez lideraron el movimiento, lo que permitió el regreso de los exiliados. Así comenzó el periodo de la Reforma, que puso fin a la herencia colonial con la entrada en vigor de la Constitución de 1857, la cual abogaba por las libertades individuales y excluía el artículo que declaraba a la religión como oficial, quitando derechos especiales al clero. La respuesta de la Iglesia fue condenatoria, con el Papa Pío IX rechazando las leyes aprobadas, y los conservadores proclamaron un golpe de Estado con el Plan Tacubaya en 1857.

El presidente Ignacio Comonfort renunció a su cargo y abandonó el país y la Guerra de Reforma o de los Tres Años terminó en 1860. Esta década estuvo marcada por el surgimiento de guerrillas que combatían a favor del movimiento liberal y se establecieron como un gobierno constitucional en Veracruz, iniciando una guerra interna armada y legal. Los conservadores cancelaron la Constitución de 1857, pero en 1861, el gobierno constitucional triunfó y se estableció un gobierno liberal tras nuevas elecciones. Sin embargo, los conservadores continuaron con sus acciones armadas.

La situación hizo vulnerable al país cuando, entre 1861 y 1867, enfrentó la invasión de Francia. Durante los primeros años del conflicto, las principales ciudades del país fueron ocupadas por las tropas francesas, gracias al apoyo de la mayoría de los conservadores y algunos liberales. Así, se formó el grupo de los "notables", a modo de congreso, y la Regencia, como poder ejecutivo provisional, para nombrar emperador a Maximiliano de Habsburgo, archiduque de Austria. En 1864 se firmó la Convención de Miramar, que establecía la permanencia de los franceses en México y colocaba a Maximiliano en el "trono de Moctezuma". Durante su gobierno, se ratificaron las reformas, se estableció la separación entre el Estado y la Iglesia, y se garantizó la libertad de opinión y culto, lo que rompió relaciones con los conservadores. En 1866, con la retirada de las tropas francesas, el ejército mexicano reconquistó el país y, en 1867, Maximiliano fue fusilado. El 5 de mayo se celebra la victoria mexicana sobre los franceses, considerándose el segundo día de independencia de México.

En 1876, sin esperar a las elecciones, el general Porfirio Díaz se levantó en armas con el Plan Tuxtepec. Ante denuncias de irregularidades en los comicios, el presidente de la Corte Suprema, José María Iglesias, asumió la presidencia, pero debido a la falta de apoyo, renunció. Fue entonces cuando Porfirio Díaz se autonombró jefe del Ejecutivo y convocó nuevas elecciones, resultando electo presidente para el periodo de 1876 a 1880. Su gobierno estuvo especialmente enfocado en mantener una imagen positiva a nivel internacional, abriendo el mercado mexicano a la inversión extranjera, especialmente de Estados Unidos. En 1878, EE. UU. otorgó el reconocimiento diplomático a México, y poco después se firmó una concesión para la construcción de vías férreas que conectaban la Ciudad de México con la frontera estadounidense.

En 1880, Manuel González fue elegido presidente, marcando las primeras elecciones pacíficas del país. Sin embargo, debido al desprestigio público que sufrió por el despilfarro de recursos, en las nuevas elecciones, el general Díaz asumió nuevamente la presidencia en 1884, afianzando su poder mediante una reforma constitucional que permitió la reelección. Esta modificación marcó el inicio del Porfiriato, un régimen dictatorial que perduraría hasta la Revolución de 1910.

Durante los 26 años de su gobierno, Díaz impuso el lema "pan o palo", especialmente contra las organizaciones sindicales de campesinos e indígenas de bajos recursos que se sublevaron en movimientos como el primer Congreso Campesino y el Congreso de los Pueblos Indígenas. Si bien su gobierno favoreció las inversiones extranjeras, lo que permitió la integración del país al mercado mundial, también generó una gran dependencia económica. Además, se apoyó a los terratenientes mexicanos, lo que perjudicó a los campesinos, que vivían en condiciones desfavorables y dependían de las haciendas.

El descontento se hizo notar cuando, en las elecciones de 1910, Porfirio Díaz se postuló nuevamente para la presidencia. Así estalló la Revolución Mexicana el 10 de noviembre de 1910, con huelgas en minas de cobre y fábricas de textiles, y el lema “sufragio efectivo, no reelección”. Entre los principales líderes revolucionarios se encontraban Pancho Villa, quien reunió ejércitos pequeños de clase media y trabajadora; Emiliano Zapata, que organizó a los campesinos en el Estado de Morelos; y Francisco Madero, un terrateniente excluido por la dictadura de Díaz, quien sería elegido presidente. Sin embargo, Madero no logró consolidarse como líder y perdió popularidad al intentar poner fin a la revolución, enfrentándose a diversos grupos, incluidos trabajadores y campesinos. Esto provocó la división de los revolucionarios, y con la Convención de Aguascalientes, se destituyó a Emiliano Zapata y Pancho Villa, reduciendo sus fuerzas a grupos guerrilleros.

Venustiano Carranza, otro revolucionario, fue elegido presidente en 1917 y se impuso a sus adversarios. Sin embargo, debido a una sublevación, fue asesinado, y en la misma época, adversarios políticos quitaron la vida a Emiliano Zapata y, en 1923, a Pancho Villa. En 1920, el general Álvaro Obregón fue elegido presidente. Su gobierno, conocido por la rebelión cristera, enfrentó una confrontación con la Iglesia Católica. Obregón fue reelegido en 1928, pero fue asesinado meses después.

Con la consolidación del Partido Nacional Revolucionario, liderado por el militar Plutarco Elías Calles, quien fue elegido presidente en 1924, comenzó el Maximato, una etapa en la que Calles controló a los presidentes entre 1928 y 1934. Su poder se vio interrumpido en 1934, cuando el general Lázaro Cárdenas fue elegido presidente y decidió exiliar a Calles. El gobierno de Cárdenas se destacó por la nacionalización de la industria petrolera, que durante mucho tiempo estuvo bajo el control de Estados Unidos.

La Segunda Guerra Mundial trajo profundos cambios a México, transformando su estructura económica básica y, en menor medida, sus instituciones políticas, sociales y culturales. Para compensar la escasez provocada por la guerra, se aceleraron la industrialización y la urbanización. México ya suministraba materias primas vitales a Estados Unidos antes de entrar en la guerra. En noviembre de 1941, ambos países firmaron un acuerdo general que resolvió muchas de sus disputas, estabilizó el peso mexicano y garantizó la compra continua de plata, así como préstamos a largo plazo de Estados Unidos para fortalecer la economía mexicana.

México se convirtió en un beligerante activo en 1942, tras el hundimiento de dos de sus petroleros por Alemania. Ezequiel Padilla, secretario de Relaciones Exteriores, lideró los esfuerzos para que otros países latinoamericanos apoyaran a los Aliados. Así, la revolución social de las décadas de 1920 y 1930 fue reemplazada por una revolución industrial. Posteriormente, el poder militar disminuyó y comenzó una era de presidentes civiles, iniciada con la elección de Miguel Alemán en 1946. Durante su mandato, se llevaron a cabo grandes proyectos hidráulicos para proporcionar energía eléctrica, abrir nuevas tierras, controlar inundaciones y establecer complejos agroindustriales regionales. La industria petrolera nacionalizada se convirtió en un importante productor de gas natural y petroquímicos.

Durante las siguientes décadas, México disfrutó de una prosperidad sin precedentes, aunque también enfrentó problemas económicos significativos, como altos niveles de deuda externa. Las reformas electorales ampliaron la base política, pasando de un solo partido político a varios, entre ellos el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). En 1994, las reformas electorales permitieron elecciones más libres, aunque el año estuvo marcado por los asesinatos de figuras clave del PRI, lo que llevó a Ernesto Zedillo, designado por el PRI, a ganar la presidencia en 1994.

México enfrentó una crisis económica conocida como la "crisis del tequila", debido a la rápida devaluación del peso, lo que llevó al gobierno a implementar un programa de austeridad económica y obtener préstamos de emergencia de Estados Unidos y del Fondo Monetario Internacional. En 1997, los partidos de oposición ganaron varios escaños, incluyendo el control de la Cámara de Diputados y la elección de Cuauhtémoc Cárdenas como el primer alcalde electo de la Ciudad de México.

En 2000, Vicente Fox, del PAN, fue elegido presidente, poniendo fin a 71 años de dominio del PRI en la presidencia. Más tarde, su poder continuó con la elección de Felipe Calderón, candidato del PAN, quien triunfó sobre Andrés Manuel López Obrador del PRD. Sin embargo, los resultados fueron recibidos por la población con protestas masivas. Calderón implementó reformas judiciales y enfrentó una creciente violencia del narcotráfico, iniciando una guerra contra los carteles que resultó en decenas de miles de muertes. En las elecciones de 2012, Enrique Peña Nieto, del PRI, a pesar de acusaciones de fraude electoral y compra de votos, fue elegido presidente, estableciendo el “Pacto por México”, una coalición con los principales partidos políticos para promover una agenda de reformas. Este pacto permitió la aprobación de importantes iniciativas en educación, política fiscal, telecomunicaciones y el sector energético. Sin embargo, la colaboración multipartidista se deterioró cuando el Congreso aprobó enmiendas constitucionales que permitieron la participación de empresas extranjeras en el sector energético, lo que llevó a la salida de Andrés Manuel López Obrador del PRD y a la creación de MORENA. Aunque Peña Nieto logró capturar al llamado “capo del narcotráfico” Joaquín "El Chapo" Guzmán, la violencia y la corrupción continuaron siendo grandes problemas en su administración.

El gobierno de Peña Nieto enfrentó serias crisis y críticas, incluyendo la desaparición de 43 estudiantes en Ayotzinapa, lo que desató protestas a nivel nacional e internacional. Aunque promovió reformas electorales y políticas, su presidencia se vio empañada por escándalos de corrupción y el aumento de la violencia relacionada con el narcotráfico. Su mandato culminó con la firma del Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá (USMCA), pero también con una disminución significativa en su popularidad debido a la percepción de corrupción y la ineficacia en combatir la violencia.

Posteriormente, el exjefe de Gobierno del Distrito Federal y candidato presidencial de la Izquierda en 2006 y 2012, Andrés Manuel López Obrador, se postuló nuevamente para la presidencia en esta ocasión con la coalición Juntos Haremos Historia. Obtuvo la victoria en las elecciones del 1 de julio de 2018 con el 53.3% de los votos, iniciando un periodo presidencial de 6 años, y su coalición también logró la mayoría en ambas cámaras del Congreso: diputados y senadores.

En las elecciones federales de 2024, bajo la coalición electoral Sigamos Haciendo Historia, un movimiento de izquierda, triunfó Claudia Sheinbaum Pardo, política, científica y académica mexicana, miembro fundador del partido Morena, y anteriormente jefa de Gobierno de Ciudad de México (2018-2023), secretaria de Medio Ambiente del Distrito Federal (2000-2006) y jefa delegacional de Tlalpan (2015-2017). Sheinbaum es la primera mujer presidenta de México. Algunos de los aspectos clave de su proyecto electoral incluyen los temas de seguridad, educación, economía, regulación del agua y la transición energética, por lo que se esperan diversos cambios en el sistema político del país.

Sistema político

México es una República representativa, democrática, laica y federal, compuesta por Estados libres y soberanos, tal como se establece en el artículo 40 de la Constitución de 1917. El sistema político mexicano tiene como precedente una serie de eventos, entre los cuales destacan el proceso de independencia, intentos de dominación extranjera, guerras civiles, gobiernos dictatoriales y golpes de Estado. Estos sucesos finalmente dieron paso a una sucesión de presidentes civiles que se consolidó en 1946.

La historia política de México ha sido fundamental para el desarrollo de un sistema adaptado al federalismo, una forma de gobierno distinta a la de otros países de América Latina que fueron colonizados por España en 1492. Este sistema ha tendido a asemejarse más al de Estados Unidos, lo que refleja la influencia que EE. UU. ha tenido en el país. Más allá de los conflictos territoriales, como la Guerra de Texas, Estados Unidos se convirtió en uno de los principales inversores extranjeros durante el periodo de expansión e industrialización de México. Esta influencia fue determinante en la toma de decisiones internas y en los distintos periodos presidenciales y sigue siendo un factor relevante hoy en día, especialmente en temas como la tensión en la frontera y la cuestión migratoria.

Otros actores clave en el sistema político mexicano actual incluyen la iglesia, los principales líderes políticos, los partidos políticos y los movimientos sociales de campesinos y obreros. La iglesia, por ejemplo, ha jugado un papel fundamental en la historia del país. México ha sido tradicionalmente un país católico, y la religión católica tuvo un gran poder en la formación de la República después de la independencia. Además, la iglesia fue un factor importante en varios procesos revolucionarios y ha tenido múltiples choques con gobiernos, especialmente con los liberales, cuyas reformas constitucionales, a partir de 1833, separaron al Estado de la iglesia, llevando a México a declararse un Estado laico.

En segundo lugar, los principales líderes políticos de la Revolución Mexicana, como Pancho Villa, Venustiano Carranza, Emiliano Zapata, Álvaro Obregón y Pascual Orozco, jugaron un papel crucial en el rumbo del país durante varios años. Las luchas y los conflictos entre ellos contribuyeron al establecimiento de la Constitución de 1917, considerada el fin de la Revolución Mexicana y el fundamento del Estado mexicano moderno. La Carta Magna, que aún se encuentra vigente, consagra muchas de las causas de la revolución, tales como el derecho agrario, los derechos laborales, las libertades de prensa y opinión, así como las garantías en los ámbitos de la educación y la salud.

En tercer lugar, los partidos políticos fueron un factor determinante en la evolución del sistema político mexicano. Si bien durante mucho tiempo un solo partido dominó el escenario, la entrada de nuevos partidos al proceso político amplió la libertad electoral. Entre los partidos más influyentes se encuentran el Partido Revolucionario Institucional (PRI), el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). El PRI y el PAN han sido los principales partidos en el poder a lo largo de la historia reciente de México. Sin embargo, en los últimos años, otros movimientos de tendencia izquierda han ganado relevancia, como el partido Morena, que, bajo la coalición electoral Sigamos Haciendo Historia, llevó a Claudia Sheinbaum Pardo a la presidencia en las elecciones federales de 2024, convirtiéndola en la primera mujer presidenta de México.

Finalmente, los movimientos sociales de obreros y campesinos, que fueron ignorados durante el proceso de independencia y por los primeros gobiernos republicanos, lograron mayor visibilidad con la Revolución Mexicana. Líderes como Pancho Villa impulsaron estos movimientos, que desde la caída de Porfirio Díaz en 1911 pasaron de ser agrupaciones mutualistas a sindicatos politizados. Durante la revolución mexicana, surgieron diversas organizaciones sindicales, como la Casa del Obrero Mundial en 1912. Aunque durante el gobierno de Francisco I. Madero estas organizaciones fueron reprimidas, algunas se unieron a los constitucionalistas, formando batallones "rojos" en 1915. Tras la victoria constitucionalista, el movimiento obrero experimentó tensiones internas y con el Estado, pero finalmente se integró al aparato político con la promulgación de la Constitución de 1917.

Actualmente, México cuenta con un sistema político dinámico, caracterizado por el fortalecimiento de la izquierda, representada principalmente por el partido Morena, y por cambios significativos, como la reciente elección de la primera mujer presidenta en la historia del país, con una participación ciudadana del 60%. Así, la historia política de México, marcada tanto por influencias externas como internas, ha dado forma a un sistema federal robusto y flexible, capaz de adaptarse a las necesidades y desafíos del país. Las instituciones y los actores sociales han sido fundamentales en la configuración de un Estado que busca equilibrar las demandas de justicia social y desarrollo económico, mientras enfrenta retos importantes como la corrupción, la violencia de género y la desigualdad económica.

Estructura de Estado

El poder de la federación se divide así:

  • Poder Ejecutivo: está encabezado por el presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, quien es elegido mediante voto popular para un periodo de seis años, sin posibilidad de reelección. Entre sus facultades se incluye el nombrar a los secretarios de Estado y al Procurador General de la República. Es importante destacar que la administración pública, siendo de carácter federal, está a cargo de los secretarios de Estado y de los Departamentos Administrativos.
  • Poder Legislativo: está conformado por el Congreso de la Unión, cuya principal función es expedir las leyes que regulan el funcionamiento interno de la República. El Congreso es bicameral, compuesto por la Cámara de Diputados, integrada por 300 diputados elegidos por votación mayoritaria y 200 por representación proporcional, y por la Cámara del Senado, que se compone de 128 senadores.
  • Poder Judicial: su función principal es vigilar el cumplimiento y la preservación de la Constitución y las leyes. El máximo tribunal en México es la Suprema Corte de Justicia de la Nación, conformada por 11 ministros. Por debajo de la Corte, existen otros tribunales importantes, como el Tribunal Electoral, los tribunales colegiados y unitarios de circuito, y los juzgados de Distrito. Finalmente, el Consejo de la Judicatura Federal se encarga de administrar y supervisar el Poder Judicial.

Organización territorial

La República de México es una federación que se encuentra integrada de 32 Estados que son: Aguascalientes, Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Ciudad de México, Durango, Estado de México, Guanajuato, Guerrero, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Tamaulipas, Tlaxcala, Veracruz, Yucatán, y Zacatecas. Cada Estado dispone de su propio congreso, con potestad legislativa en materias que no sean de ámbito federal.

Sus principales ciudades son Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Tlaxcala, todas con importante desarrollo comercial y con la mayor concentración de la población.

México, según la clasificación del Banco Mundial por nivel de ingreso correspondiente al periodo 2024-2025, cuenta con un ingreso mediano amplio. Este logro es gracias a su vasta riqueza cultural y natural, así como a su extensión y posición geográfica, factores clave en el escenario mundial. De acuerdo con el Banco Mundial (2024), México es parte de las 15 economías más grandes del mundo y la segunda de América Latina. Esto le otorga una ventaja significativa como destino de inversión, especialmente debido a su proximidad con Estados Unidos y su apertura al capital externo. Estos elementos crean oportunidades para empresas extranjeras, ya que ofrecen un gran mercado, una clase media emergente con una demanda sofisticada, una identidad lingüística y cultural común, una sólida plataforma exportadora, certeza legal, costos laborales bajos y estabilidad económica.

El Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de México en 2022 fue de 11,496.5 dólares, un indicador relativamente bueno en comparación con otros países de América Latina y el Caribe. Además, el crecimiento anual del PIB mostró una notable mejoría después de la pandemia, pasando de –8.7% en 2020 a 3.9% en 2022, impulsado especialmente por políticas macroeconómicas orientadas a la recuperación.

En cuanto a la fuerza laboral, México ha logrado reducir significativamente el nivel de desempleo, pasando del 4.44% en 2020 al 2.8% en 2023. Esta mejora de más de 1.5% respalda el crecimiento económico del país, posicionando a México entre los países con menores tasas de desempleo. Sin embargo, esta recuperación contrasta con el repunte de la inflación en 2024, que alcanzó el 4.6% en el primer semestre del año, permaneciendo fuera del rango objetivo del Banco de México (Banxico), que es del 3%.

El aumento de la inflación llevó a la Junta de Gobierno de Banxico a decidir mantener la tasa de fondeo interbancaria en el 11%, considerando tanto factores externos (como afectaciones climáticas y el aumento de conflictos geopolíticos) como internos (el aumento en el costo de servicios y productos agropecuarios). Esta política monetaria restrictiva busca estabilizar la inflación, aunque podría tener efectos negativos sobre el crecimiento económico y la creación de empleo a largo plazo.

Por otro lado, México enfrenta el reto de contrarrestar su balanza comercial negativa. Aunque en 2022 el comercio exterior representaba el 88% de su PIB, en 2023 las importaciones alcanzaron 574,749.3 millones de euros, superando las exportaciones, que fueron de 548,424.7 millones de euros. Esta discrepancia refleja una dependencia significativa de bienes y servicios extranjeros, a pesar de que México sigue siendo uno de los mayores exportadores globales. Un ejemplo claro es la relación económica con EE. UU., que es tanto el mayor proveedor como uno de los principales compradores de México, relegando a China como la mayor fuente de bienes importados de EE. UU. Esto se debe al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (USMCA), que, con impuestos bajos de importación y exportación en diversas materias primas, permite a las empresas reducir el precio final de las mercancías. Además, México tiene importantes socios comerciales como Canadá, China, Alemania y Japón, que no solo son clientes, sino también los mayores proveedores del país.

Algunos de los principales productos exportados anualmente son los automóviles, camiones de entrega, ordenadores, y petróleo crudo, y, para las importaciones, resaltan el petróleo refinado, vehículos de motor y piezas de máquina de oficina. En México, las principales actividades económicas en relación con aportaciones al PIB son las industrias manufactureras, servicios inmobiliarios, transporte, construcción, minería y agricultura. En esto último, el país destaca, ocupando el 12° lugar en el mundo en la producción mundial de alimentos, al exportar productos como la cerveza, tequila, berries, aguacate, carne de bovino, jitomate y pimiento4.

Lo anterior, es muestra del perfil exportador diversificado de México y de la capacidad agrícola, que no solo fortalece su economía, sino que también le proporciona una ventaja competitiva en el mercado global. Sin embargo, para mejorar su balanza comercial, México necesita implementar estrategias que fomenten la competitividad de sus exportaciones y reduzcan su dependencia de las importaciones. Es por ello, que parte de la estrategia comercial de México es la diversificación del comercio exterior estableciendo hoy alrededor de 45 acuerdos de libre comercio en el mundo.

Sin embargo, aunque las multinacionales están invirtiendo en el país y el PIB per cápita es sólido, el crecimiento económico ha disminuido, complicando el panorama para el nuevo gobierno. Además, la deuda pública está en 49,4% del PIB, y las altas tasas de interés, junto con un "superpeso" fuerte, aumentan los costos empresariales. Por lo que, de acuerdo con el Banco Mundial (2024) para impulsar el crecimiento económico sostenible y reducir la pobreza a mediano plazo, México debe enfrentar limitaciones estructurales como el acceso limitado a financiamiento, la inseguridad, la informalidad, las cargas regulatorias y los cuellos de botella en infraestructura.

En este contexto, concuerda la CEPAL al afirmar que México tiene una oportunidad única para implementar una Política de Desarrollo Productivo que fomente la innovación, cree empleos de calidad y mejore las condiciones de vida. La colaboración entre el Estado, el sector privado y los gobiernos estatales es esencial para lograr un desarrollo sostenible y equilibrado, especialmente en el contexto de los cambios geopolíticos y económicos globales. Esto es particularmente crucial para enfrentar la desigualdad, que sigue siendo un gran desafío en México, donde el 57% de la riqueza nacional está en manos del 10% más rico de la población. Aunque ha habido avances en los últimos años, México sigue siendo uno de los países con mayor desigualdad de ingresos dentro de la OCDE, solo por debajo de Costa Rica, con un Coeficiente de Gini de 43.35 en 2022, especialmente en la zona rural, donde la necesidad de políticas adicionales para abordar estas disparidades es aún más urgente.

México requiere una estrategia de crecimiento integral que no solo impulse la inversión y el empleo de calidad, sino que también contemple políticas sociales específicas para apoyar a la población vulnerable, particularmente en un mercado volátil que se ve influenciado por riesgos políticos tanto internos como externos. Entre los desafíos externos se incluyen las fluctuaciones en el precio del petróleo, que representa aproximadamente el 30% de los ingresos públicos; los ciclos económicos de Estados Unidos, dado que alrededor del 80% de las exportaciones mexicanas se dirigen a ese país; la alta inflación global impulsada por la invasión rusa a Ucrania; y los cuellos de botella en las cadenas de suministro derivadas del periodo postpandemia, lo cual ha incrementado los costos de energía y alimentos.

A pesar de estos desafíos, el potencial económico de México, sumado a su diversidad natural y cultural, son elementos clave para su crecimiento y desarrollo. Es necesario implementar estrategias que fortalezcan la competitividad en productos y servicios, diversifiquen el comercio y aprovechen la ubicación geoestratégica del país, que lo coloca en una posición favorable para la integración y cooperación regional, al estar conectado con dos grandes regiones del continente. Todo esto debe ir orientado a mejorar las condiciones sociales y económicas de la población, permitiendo a México avanzar como un país en proceso de desarrollo.

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Modificado el Mié, 14/05/2025 - 17:25