Según el grupo de jóvenes, las actuales empresas del país y las grandes multinacionales ya no solo deben centrar su apuesta hacia el posicionamiento de un producto o servicio, sino afianzar su horizonte hacia la inversión social acertada y el trabajo con las comunidades en torno al posconflicto y la construcción de paz.

En este sentido, consideran que la apuesta más llamativa de APC-Colombia es la de generar valor compartido con la academia y con el sector privado y su interés de cautivar a este último para trabajar articuladamente hacia las grandes apuestas sociales que el país necesita. Todo esto en una agenda de posconflicto en la que hay más garantías de seguridad y en la que los principios y valores en la búsqueda de la equidad social son más importantes.

Esta reformulación apuesta a una inversión en las zonas más afectadas por el conflicto armado. El Gobierno, a partir de un mapeo, podrá sugerir al sector privado en dónde invertir y así afianzar su visión hacia su papel social y ambiental, una acción que además ayudará al sector privado a ser más fuertes a largo plazo y servir de modelo para futuras generaciones.  

El grupo de jóvenes también destacó el interés que tiene APC-Colombia en que con la cooperación visibilice la Colombia rural y fomente en el sector campesino la creación de empresas agrícolas sostenibles que logren  recuperar la confianza social y la consolidación de alternativas de sustento económico hacia el bien común y la solidaridad.